Bienvenida bella alma creativa
Vamos a hacer un polvo de rosas aunque este método lo puedes utilizar para cualquier flor fresca.
Este aditivo es muy versátil porque además de usarlo en tus productos de cosmética natural, lo puedes ingerir, aderezando platos o en infusión. Es muy sencillo de hacer pero hay que tener en cuenta que solo servirían rosas de tu jardín o de alguien que conozcas, las de floristerías no sirven y mucho menos si vas a ingerirlo, porque no sabemos si las han abonado con fertilizantes artificiales o con pesticidas.
Vamos a necesitar
* Rosas frescas
* Una cesta o canasta
* Una procesadora de alimentos o molinillo de café
* Un recipiente de vidrio desinfectado e higienizado
Elaboración
Paso 1: Limpiamos las rosas con agua para quitarles restos de polvo o posibles bichillos, las secamos y pasamos a quitarles los pétalos
Paso 2: Vamos colocando los pétalos en la cesta de mimbre o cáñamo a ser posible que la cesta sea de un material natural y que tenga huecos que dejen pasar el aire
Paso 3: Disponemos los pétalos repartidos por la cesta sin que unos estén encima de otros para que el secado sea uniforme en todos los pétalos a la vez
Paso 4: Ponemos la cesta al sol pero resguarda de insectos, en una ventana por ejemplo, la tendremos durante una semana, pero el tiempo es relativo dependiendo de la zona en la que vivas, si hace mucho calor se secarán antes y si hace mucha humedad tardarán un poco más.
Paso 5: Cuando ya notes que estén completamente secos y lo sabrás si "crujen" cuando los tocas, recogemos los pétalos y los incorporamos en la procesadora o en su defecto un molinillo de café. Es importante que estén completamente secos porque si retuvieran humedad al procesarlos no se harían polvo, se harían una pasta por el agua que contuviesen.
Paso 6: Nos disponemos a procesarlos y los trituramos hasta hacerlos un polvo fino, como una harina, de esta forma es más fácil incorporarlos en cremas, maquillajes, champú...
Paso 7 : Lo envasamos en un recipiente de cristal previamente desinfectado e higienizado y lo guardamos en un sitio fresco, seco y oscuro para que mantenga sus propiedades intactas.
Entre sus muchas propiedades las más importantes son astringente, antiinflamatorio, tonificante, regeneradora, antiséptico y cicatrizante está recomendado para cualquier tipo de piel pero si sufres de alguna afección como acné o rosácea está indicado especialmente para ti.
Podemos utilizar el polvo directamente en nuestra piel como rubor, al ser hidrosoluble lo podemos emplear solo con agua o como aditivo en una mascarilla, para hacer jabones, geles, champú, cremas, bálsamos labiales... Dale alas a tu creatividad, seguro que la primera persona en sorprenderte eres tú.
Dime que te ha parecido, a que es muy sencillo de elaborar, verdad? Si tienes alguna duda déjame un comentario
Recuerda que "Quien tiene Magia no necesita trucos"
Imágenes de @miryamnatura